Tenemos estructuras corporales únicas y niveles a los cuales podemos inclinarnos con variedad. La buena noticia es que el propósito de incluir yoga en tu rutina diaria, no es lograr la perfecta inclinación, sino es lograr la unión entre el cuerpo, la respiración y la mente. Prepárate con estos simples consejos y párate sobre tu colchoneta con la actitud de un yogui.
1. Respeta los límites de tu propio cuerpo ¿Puedes llevar tu nariz a que toque tu rodilla en la posición de inclinación hacia al frente? Unos pueden más que otros. Entonces inclínate hasta donde puedas. Ama a tu cuerpo y respeta los límites de tu propio cuerpo. No tienes que compararte con tu vecino o con alguien de la televisión. Tú no tienes que hacer exactamente lo que la otra persona está haciendo. La regla es permanecer estable y cómodo en las posiciones de yoga (asanas). No forzar demasiado ni exagerar y tampoco ser perezoso. Haz tanto como puedas. Comfortable y establemente.
2. Usa el metro de la sonrisa yogica Haz yoga con un sentimiento de alegría. Cuando exageras en un estiramiento, la sonrisa es lo primero que se pierde. Si no estás sonriendo, percátate de que no estés haciendo algo mal. Quizás estas estirando demasiado o no estás cómodo. Reajusta tu cuerpo para lograr tu sonrisa de vuelta. Con la práctica regular, encontrarás una gran mejora. No hay ninguna necesidad de estar apurados, tu colchoneta no se te va a escapar.
3. La respiración. Inhala y exhala profundamente o practica la respiración ujjai La respiración ujjai o la profunda inhalación y exhalación ayudan a relajar y mantener la postura. Inclusive puedes usar la respiración para estirar más durante la postura de yoga (asana). Descansa en la posición y siente el estiramiento.
4. Respeta y honra tus prácticas de yoga Yoga no es simplemente un ejercicio. Con la práctica regular de yoga tú puedes llegar a sentir una conexión más profunda contigo mismo y los demás.
5. Gana la actitud yogica. Interioriza Durante la práctica de yoga, ejercicios de respiración con ritmos específicos nos conecta con el cuerpo. Mantener la atención en el lugar donde el estiramiento está ocurriendo; esto conecta el cuerpo con la mente. El cuerpo, la respiración y la mente se juntan en armonía durante la práctica de yoga.
6. Observa ¿Que mano utilizas con mayor frecuencia? ¿En cuál pie tienes la tendencia de apoyarte más cuando estas parado? ¿Observa tu cuerpo, utilizas especialmente una parte del cuerpo más que la otra?
7. Medita Las posturas de yoga (asanas) te preparan para meditar y la meditación poco a poco profundiza tu práctica de yoga. Escucha en internet la meditación guiada y sigue las instrucciones para lograr una meditación sin esfuerzo.
8. Practica yoga y lleva el yoga a la vida práctica ¿Puedes estrechar tu mano a alguien nuevo? ¿Puedes permanecer estable y respirar durante el dolor en situaciones difíciles? (así como tu usas la respiración para estabilizar las posturas difíciles). Reflexiona en las 23 horas de vida y no solamente durante la hora de práctica de yoga. Por esto yoga es una manera de vivir y no simplemente un ejercicio.
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